Un hallazgo reciente en una de las necrópolis más importantes revela la verdadera importancia del culto solar en la época de las pirámides. Los investigadores que trabajan en Abusir se encontraron con algo excepcional: los restos monumentales de un edificio sagrado de hace varios miles de años. No se trata de una sola columna o pared, sino de una parte significativa de un enorme complejo arquitectónico que ha permanecido bajo la arena durante milenios.
Un complejo monumental de hace 4400 años
La magnitud de lo que han descubierto los arqueólogos es realmente impresionante. El templo solar del faraón Niuserre pertenece a una categoría muy poco común de monumentos del Imperio Antiguo. El reinado de la V dinastía, y en especial el del faraón Niuserre (aproximadamente 2420-2389 a. C.), fue una época en la que el culto al dios Ra alcanzó su apogeo. Los gobernantes invirtieron enormes recursos en la construcción de templos especiales en honor al sol, que no solo eran centros religiosos, sino también poderosas herramientas para legitimar su poder divino.

La necrópolis de Abusir, situada a unos 25 kilómetros al sur de la actual El Cairo, ha sido objeto de investigación durante siglos. Aquí descansan los gobernantes de la V dinastía y sus cortesanos. El hallazgo de una parte tan grande del templo no es una sorpresa, sino que confirma la tesis de que toda esta zona constituía un paisaje ceremonial coherente. El complejo del templo no existía en el vacío. Era parte de una red que abarcaba las tumbas de reyes y dignatarios. Hasta ahora, los científicos han logrado descubrir más de la mitad de la estructura original. Se trata de un gran éxito, teniendo en cuenta no solo el paso del tiempo, sino también la actividad de las generaciones posteriores, que a menudo trataban las construcciones prehistóricas como una fuente de piedra lista para usar.
¿Qué han aportado las excavaciones de este año?
El trabajo de la última temporada se centró en el descubrimiento preciso de los distintos elementos arquitectónicos. Se ha logrado localizar y documentar la entrada original del templo, junto con el suelo conservado, lo que abre el camino a una reconstrucción más fiel de todo el complejo. Entre los hallazgos más valiosos se encuentran fragmentos de columnas: una base de piedra caliza y partes de columnas de granito, un material traído desde las canteras de Asuán y reservado para los edificios más importantes. Sin embargo, los verdaderos tesoros resultaron ser los macizos dinteles y marcos de granito. En uno de los umbrales se grabó un calendario jeroglífico de las fiestas celebradas en este templo, que contiene referencias directas al faraón Niuserre. Este tipo de inscripciones son poco frecuentes y constituyen una fuente de información invaluable para los investigadores de la religión sobre los rituales y el ciclo de vida del templo. También se descubrió una rampa que probablemente conectaba el templo con el Nilo o su canal.

En las capas relacionadas con el uso del templo, los arqueólogos encontraron objetos de uso cotidiano, entre ellos dos figuritas de madera para el juego de mesa Senet. Se trata de un detalle interesante que recuerda que los complejos religiosos monumentales eran también el lugar de trabajo y de vida de los sacerdotes. El Senet era un pasatiempo muy popular, conocido en todas las clases sociales. La presencia de estos objetos sugiere que el servicio del templo encontraba tiempo para descansar entre las obligaciones rituales. Los trabajos en Abusir continuarán. Cada nueva temporada puede aportar nuevas piezas al rompecabezas, lo que permitirá comprender mejor el funcionamiento de este lugar.
