En Italia, los científicos acaban de confirmar la existencia de túneles secretos, inaccesibles desde hace más de quinientos años, bajo las majestuosas murallas del castillo de los Sforza, guiados por los planos de Leonardo da Vinci.
A su muerte en 1519, Leonardo da Vinci dejó tras de sí un inmenso legado artístico que incluye obras maestras como La Gioconda, La Última Cena o El Hombre de Vitruvio. Sin embargo, otros de sus lienzos o dibujos siguen siendo desconocidos, como este boceto del castillo de los Sforza, sede del poder milanés de la época, realizado a finales del siglo XV. En 1494, el hijo del duque Francesco Sforza, Ludovico, conocido como el Moro, le encargó decorar algunas estancias, y el genio del Renacimiento se interesó también por la arquitectura del lugar y sus sistemas de defensa.
El visionario artista se puso entonces a imaginar soluciones innovadoras para proteger el castillo, entre las que se encontraban vías de escape y galerías de abastecimiento ocultas, representadas en su cuaderno, conservado en el Victoria and Albert Museum de Londres.

Hasta entonces, estos bocetos se consideraban simples proyectos de ingeniería y no se había encontrado ningún rastro concreto de su existencia. Hubo que esperar a que se reanudaran las investigaciones llevadas a cabo conjuntamente por expertos de la Escuela Politécnica de Milán, y el castillo de los Sforza para descubrir estos legendarios túneles.
Un camino directo hacia la tumba de una esposa adorada
Gracias a las modernas técnicas de prospección geofísica, un radar de penetración en el suelo y escáneres láser, los investigadores detectaron varias cavidades y estructuras artificiales bajo el suelo del castillo, «a unas decenas de centímetros de la superficie», lo que confirmó por primera vez la veracidad de los planos del pintor e inventor toscano. Descubrieron no solo que los túneles y pasadizos a los que Leonardo da Vinci aludía en sus dibujos existían, sino que quizá solo constituían una pequeña parte de un complejo sistema que se extendía por todo el recinto.
Los expertos creen que algunos de estos recovecos ocultos se utilizaban antiguamente para operaciones militares, mientras que otros pasadizos de esta fortaleza fortaleza tendrían una función más «privada». Por ejemplo, un pasadizo conecta el castillo con la iglesia de Santa Maria delle Grazie, construida por Francesco Sforza, que alberga el fresco La Última Cena de Leonardo da Vinci. También es el lugar de enterramiento de la familia Sforza, lo que sin duda permitía a los habitantes del palacio ducal acceder más rápidamente a las tumbas de sus seres queridos, como la de Beatrice d’Este, esposa de Ludovico.

Próximamente, una inmersión en 3D
Por el momento, la red subterránea aún no es accesible en su totalidad. La experiencia abre el camino «a otras investigaciones en profundidad sobre los pasadizos secretos», indica la investigadora Francesca Biolo, de la Escuela Politécnica de Milán, en un comunicado. «El objetivo ahora es crear una réplica digital del castillo de los Sforza que no solo represente el aspecto actual del castillo, sino que también permita explorar su pasado, revelando elementos históricos que ya no son visibles a simple vista», añade Franco Guzzetti, profesor de geomática que también ha participado en el proyecto.
