Con la explosión del precio del oro, el valor de las joyas se dispara. Algunas personas venden sus joyas de oro y se llevan cheques por valor de varios miles de euros.
Una clienta sale de la tienda con una gran sonrisa en el rostro. ¿El motivo? En su mano sostiene un cheque de 750 euros. «Le compré un puñado de pendientes, algunos anillos y una pulsera: todas ellas joyas que le traían malos recuerdos de su excompañero», comenta Ferdinand entre risas. Ferdinand, que lleva una década al frente de una tienda de compraventa de oro y plata en el distrito, no cuenta las horas que trabaja antes de las fiestas.
«Mis clientes buscan ganar un poco de dinero para comprar regalos a sus seres queridos, pero también para financiar las comidas de Navidad o las fiestas de Año Nuevo», nos confiesa el profesional. A veces, hay otras razones más dramáticas que motivan la visita de los clientes: «Recientemente recibí a un hombre que vendía las joyas de su madre y su abuela fallecidas porque le costaba pagar los impuestos de una herencia. Con una pulsera, alianzas, brazaletes, un anillo con sello y un magnífico collar, se marchó con un cheque de 1870 euros», recuerda Ferdinand.

Según este profesional, muchos clientes acuden a su tienda para «poder pagar el alquiler, saldar una deuda o, simplemente, deshacerse de joyas viejas, sin usar y llenas de polvo, y ganar un poco de dinero al mismo tiempo». Y precisamente hay dinero que ganar para quienes se aventuran en tiendas como la de Ferdinand.
El precio del oro en el mercado ha superado recientemente la barrera simbólica de los 115 euros por gramo.
Más concretamente, a principios de diciembre, un gramo de oro valía 116,11 euros. Ese mismo gramo valía apenas 60 euros en el mismo periodo de 2023, y solo 50,75 euros en 2022. En resumen, en tres años el precio del oro se ha más que duplicado. Aunque las cantidades son menores, el precio de la plata también se ha disparado últimamente. Ha pasado de 0,84 euros por gramo a principios de diciembre de 2023 a 1,86 euros dos años después, lo que supone un aumento de más del 50 %.
«Sin embargo, si la gente puede permitirse esperar un poco más, aunque solo sea unos meses, antes de vender sus joyas, se lo recomiendo encarecidamente», afirma Ferdinand. Según el experto, los precios del oro y la plata podrían seguir subiendo considerablemente en 2026, lo que permitirá a los vendedores obtener un mejor precio.

De hecho, el precio de los metales preciosos tiene un impacto directo en el precio de recompra de las joyas en establecimientos como el de Ferdinand. «Cuando recibo una joya, la examino con una lupa especial (a menudo de 10 aumentos) para localizar los punzones de ley (750, 585, 925, etc.) y de fabricantes de renombre, lo que me da una primera indicación sobre el contenido de oro o plata de la pieza», explica el gerente. «A veces también utilizo una piedra de toque y un espectrómetro para examinar la calidad de la aleación de los metales que componen la joya y determinar su calidad (18 quilates, 14 quilates, etc.)», añade Ferdinand.
Lógicamente, cuanto mayor sea el contenido y la calidad del oro, mayor será el precio de recompra. Por lo tanto, los particulares pueden embolsarse una buena suma, siempre y cuando saquen sus joyas familiares.
