Vuelven a casa cansados, a menudo sin fuerzas para largas conversaciones y grandes gestos. Sin embargo, son precisamente las noches normales las que determinan si la relación se fortalece con el tiempo o si solo se mantiene por inercia. El psicólogo especializado en relaciones muestra lo que realmente marca la diferencia: en silencio, a diario y sin fuegos artificiales románticos.
Las tardes entre semana rara vez se parecen a las escenas de las películas románticas. En lugar de largas conversaciones con una copa de vino, lo más habitual son las cenas rápidas, el cansancio después del trabajo y la idea de que mañana hay que levantarse temprano otra vez. Con el tiempo, muchas parejas se acostumbran a vivir juntas. Están juntas, pero sin un contacto real. Hace algún tiempo escribimos sobre lo que hacen las parejas más felices los fines de semana, cuando por fin hay más tiempo para estar juntos. Sin embargo, el mismo psicólogo estadounidense, el doctor Mark Travers, que lleva años estudiando las relaciones de pareja y es casado, señala algo menos obvio. No son los fines de semana, sino las noches normales y repetitivas de la semana las que son fundamentales para la relación.
Según el experto, las parejas más felices no las consideran tiempo perdido ni un «pasatiempo hasta el fin de semana», sino una pequeña inversión diaria en la relación. «Las personas que tienen las relaciones más satisfactorias y duraderas ven las tardes de entre semana como una oportunidad que no vale la pena desperdiciar», escribe el psicólogo.
1. Primero se permiten respirar
Una de las fuentes más comunes de tensión es esperar que la pareja, nada más cruzar el umbral de la casa, esté lista para hablar, planificar o estar de buen humor. Las parejas felices saben que eso es irreal. Por eso, conscientemente se dejan unos minutos de tranquilidad. Uno de ellos descansa, el otro se ocupa de alguna pequeña tarea y luego se turnan. Sin remordimientos. «No es nada espectacular, pero es un gran gesto de atención hacia la otra persona», subraya el doctor Travers. Gracias a ello, la velada no comienza con frustración, sino con comprensión mutua.
2. Cuando les faltan fuerzas, están juntos en silencio
Hay días en los que, incluso después de un momento de descanso, la conversación parece un esfuerzo demasiado grande. Las parejas más felices no intentan entonces «arreglar» la velada a la fuerza. Se sientan juntos, salen a dar un pequeño paseo, se tumban juntos en silencio. En psicología, esto se denomina «corregulación emocional», es decir, la sintonía natural entre dos personas que permite que las emociones se calmen. Según el Dr. Travers, unos minutos de silencio compartido suelen funcionar mucho mejor que una conversación forzada.

3. Comparten una frase sobre su día
En lugar de largas y agotadoras análisis, cada persona dice una cosa que ha sido importante para ella ese día. Puede ser algo que haya salido bien. También puede ser algo que le haya irritado. A veces basta con una breve anécdota. Es bueno que esto se haga sin consejos innecesarios, sin correcciones y sin «yo lo he pasado peor». «Es una forma sencilla de estar al día de las emociones de la pareja, sin cargarse con otra conversación seria», señala el experto.
4. Tienen un ritual nocturno que no se saltan
Las parejas felices, incluso en los días más ajetreados, mantienen una costumbre común. Para algunos es una cena sin teléfonos, para otros es tomar un té juntos, ver un episodio de su serie favorita o charlar unos minutos antes de acostarse. Este pequeño ritual se convierte en algo constante y predecible, un pequeño punto de apoyo en el caos cotidiano.
5. Se abrazan antes de acostarse
Si el doctor Travers tuviera que señalar un hábito nocturno de mayor importancia, sería precisamente el abrazo. «Los estudios demuestran que las parejas que se abrazan regularmente declaran un mayor nivel de satisfacción y de sentimiento de unión. Incluso mayor que aquellas que se centran exclusivamente en el llamado tiempo de calidad», subraya el psicólogo. No es ningún secreto que el contacto físico aumenta el nivel de oxitocina, reduce el estrés y aumenta inmediatamente la sensación de seguridad.

A veces, unos minutos de cercanía significan más que una hora de conversación.
6. Terminan el día «poniendo las cosas en orden» juntos
Incluso en las mejores relaciones, la distribución desigual de las responsabilidades puede provocar una irritación creciente. Por eso, las parejas felices intentan dedicar cada día al menos 5-10 minutos a las tareas domésticas conjuntas. Se trata de actividades tan cotidianas como meter los platos en el lavavajillas, preparar las cosas para el día siguiente o limpiar la encimera. No se trata tanto de la limpieza como de enviar una señal clara de que ambos remáis en la misma dirección.
7. Hablan sobre el día siguiente
En lugar de volver a los problemas del día, las parejas más felices comparten una cosa que les espera al día siguiente. Puede ser algo agradable o algo difícil. Como explica el experto, es una forma sencilla y eficaz de mantener el contacto emocional. Gracias a ello, sabemos lo que nuestra pareja puede necesitar al día siguiente, ya sea apoyo, espacio o simplemente unas palabras amables.
Los hábitos nocturnos de las parejas más felices no requieren ni fines de semana libres ni grandes declaraciones. Son silenciosos, repetitivos y, a menudo, completamente ineficaces. Sin embargo, son precisamente ellos los que hacen que la relación no se rompa bajo el peso de la rutina diaria.
