Dado que los bancos están al servicio de sus clientes más ricos, descubra a partir de qué cantidad puede disfrutar de ciertas ventajas.
No es ningún secreto. Si su banco actúa en función de sus necesidades en todas las circunstancias, independientemente de sus medios, es legítimo que haga un esfuerzo adicional por sus clientes que disponen de un alto nivel de riqueza. «Adaptan sus servicios en función del patrimonio financiero disponible de sus clientes». Es decir, el dinero disponible en las cuentas, y no las inversiones en bolsa o la posesión de bienes inmuebles.
¿Cuáles son las tres categorías de clientes más privilegiadas?
Mediante una escala, los bancos han definido tres categorías de clientes:
- Los acomodados: tienen entre 100 000 y un millón de euros de patrimonio financiero disponible;
- Los ricos: tienen entre 1 millón y 30 millones de euros;
- Los ultra ricos: tienen más de 30 millones de euros en su cuenta.
Por debajo de los 100 000 euros de patrimonio financiero disponible, se le considera un cliente clásico, que no se beneficia de ninguna ventaja en particular.
¿Cuáles son las ventajas que se conceden?
En las tres categorías de clientes que hay que tener en cuenta, definidas por los bancos, se conceden diversas ventajas desde el primer nivel. ¿Por qué? Porque, contrariamente a lo que parece, las personas clasificadas en este primer nivel son, desde un punto de vista estratégico, las más interesantes para los bancos. Ofrecen un excelente compromiso entre rentabilidad y no necesitan un acompañamiento permanente. Aunque esta categoría puede acceder fácilmente a un asesor o a productos financieros específicos, así como a un trato prioritario en caso de solicitud de crédito y asesoramiento personalizado en materia de inversiones.
Por el contrario, los ultra ricos movilizan muchos recursos para un banco, lo que genera muchos gastos, a pesar de sus colosales medios.
