Clémence y Stéphane han aislado el suelo de la planta superior de su casa con tierra y corcho y tienen previsto realizar el solado y el suelo, así como los zócalos de las paredes, con el mismo material.
Tapones de corcho para aislar su casa, esa es la original idea de Clémence y Stéphane. Lanzaron una campaña de donaciones para recoger tapones de corcho en 2023 y, hasta la fecha, han recibido 550 000 tapones, superando el objetivo fijado de 500 000. El 37 % de estos tapones se donaron a través de puntos de recogida (la pareja los recogió directamente en tiendas ecológicas o espacios sociales), el 16 % a través de familiares y amigos y sus redes de contactos, el 10 % en bares, restaurantes… y el resto a través de redes sociales, artículos de prensa…
El corcho tiene múltiples virtudes: protege de la humedad y los hongos, y no desprende emanaciones tóxicas. Este material es ecológico y, cuando se recicla, económico. De lo contrario, cuesta entre 150 y 650 €/m3. El corcho es caro. Al mismo tiempo, es un material que no siempre se aprovecha ni se recicla», explica la pareja.

Las obras avanzan y el suelo de la planta superior de la casa, situada en Amiens, en el departamento de Somme (80), aislado con tierra y corcho, está terminado desde hace unos días. «Los tapones, que se cuentan por miles, han empezado a triturarse», se alegra la pareja. Las dos primeras sesiones de trituración comenzaron este verano. En seis días, la pareja trituró los 515 000 tapones recogidos hasta ese momento y los mezcló con cal.
Objetivo: 700 000 tapones de corcho
La pareja ha tenido que superar algunas dificultades: «El invierno pasado realizamos varias pruebas de trituración. Las trituradoras de vegetales están diseñadas para triturar materiales más duros que el corcho, lo que hace que la trituración de los tapones sea menos eficaz. Por lo tanto, solo recuperamos el 25 % de los tapones del calibre adecuado. Por lo tanto, tenemos que realizar varias pasadas para minimizar las pérdidas». Al pasar los tapones de corcho varias veces por la máquina, se genera una mayor pérdida de polvo de corcho, que Clémence y Stéphane conservan para sus futuros revestimientos interiores.

Para compensar la pérdida de corcho durante la trituración, la pareja espera alcanzar los 650 000 tapones recogidos en 2026 para el solado y el suelo, o incluso 700 000, lo que les permitiría también realizar el zócalo de las paredes. «Afortunadamente para nosotros, las obras están llevando más tiempo del previsto, por lo que estimamos que el solado no estará terminado antes del verano de 2027, lo que nos deja tiempo para recoger todo», se tranquiliza la pareja.
